Es dolor, es alegría, es pasión,
es una mezcla de todo,
es la presencia de nada.
Te paseas por mi mente
y saltas por mi corazón,
pero no logro tocarte.
Estás ahí, yo te veo,
y me resultas inalcanzable.
No sé qué hago aquí
que no cruzo este lago
en el que se ahogan las palabras
que no me atrevo a decirte.
Llámame cobarde
porque es lo único que soy,
llámame ignorante,
porque es que lo que siempre yo seré,
ya que nunca sabré
qué es lo que podría suceder:
tal vez todo,
tal vez nada.
Y por el todo estoy soñando,
y por la nada estoy sufriendo.
Ese miedo que te atenaza y no te deje reaccionar...
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