viernes, 11 de mayo de 2012

Cuando Leas Esta Carta, Sonríe Vida


Cuando leas esta carta yo ya no estaré aquí.
Significará que tuve a partes iguales valor para marcharme y miedo de quedarme.
Es imposible concebir un mundo en el que tú no estés a mi lado.
Es imposible volar sin una mano que me haga volver al suelo cada vez que cruce la delgada línea.
Es imposible.

¿Te acuerdas cuando decías que mirara de cara a la realidad?
Pues resulta que ya la he visto y no me gusta.
Me he quedado suspendida en el vacío.
No entiendo de qué me sirve vivir en un mundo que me está agrietando la piel poco a poco para llegar a un final en el que acabará por destruirme.
Aún así, lo peor no es eso.
Lo peor es que el destino me obliga a recorrer ese camino sin ti.

Sonríe, vida.
Sonríe porque tú aún estás por encontrar al acompañante que compartirá contigo el largo recorrido.
Sí, por fin he comprendido que no soy yo.
He llegado a admitir que tu mano derecha solo puede aferrar otra única mano.

Tienes que andar.
No corras, no hay prisa.
Llegarás.
Cuando veas que tropiezas, levanta la mirada, agarra esa mano y vuelve a caminar.
Esas piedras son los adornos del sendero para no caer en la monotonía.

Sonríe, vida.
Sonríe porque cuando sonríes hay primavera.

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